miércoles, 12 de septiembre de 2018

La alegría de hacer el bien al prójimo.

Las personas vistas desde el aspecto físico se presentan como seres distintos unos de los otros "yo soy yo, tu es tu" pero en realidad es el universo que toma aspectos aparentemente distintos.

La teoría dice: "Yo y los otros somos uno solo" realmente cuando hacemos el bien a nuestro prójimo, y lo vemos feliz, nosotros también nos sentimos felices.

Esta sensación de que sentimos al hacer el bien al prójimo, se asemeja a la inmensa alegría que sentimos cuando nos reencontramos a algún ser querido: padres, hijos, hermanos, pareja, amigos después de mucho tiempo de no verlos.

¿Por qué sentimos esto? Porque, desde el principio, no existe ningún extraño entre nosotros, todos somos hermanos, pues somos ramificaciones de una misma vida, es decir, de la vida de Dios que fluyó hacia nuestro interior y se hizo hombre, por lo tanto esta alegría es la del reencuentro y unión de las partes que, apenas en la apariencia, estaban separadas. 

Es por esto la satisfacción que sentimos al hacer el bien a nuestro prójimo: la reunión de las dos partes que estaban separadas.

                        

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